Ignacio Bartesaghi es uno de los académicos uruguayos que está mirando y pensando en Asia. Dirige el Departamento de Negocios Internacional e Integración (DNII) de la Universidad Católica (UCU) y, en el marco de la Cátedra Mercosur-ASEAN, está terminando una visita por Indonesia, China y Vietnam; tres países con los que Uruguay pretende profundizar las relaciones comerciales.
En esa gira, Bartesaghi brindó conferencias en dos universidades de Yakarta, y en la Academia Diplomática de la Cancillería de Vietnam en Hanoi. En Shanghai participó del seminario «posibilidades e implicancias de un TLC entre Uruguay y China», junto al reconocido think tank chino Shanghai Institutes de International Studies (SIIS). En cada uno de esos lugares se reunió con académicos y autoridades con quienes intercambió sobre los procesos políticos y comerciales que están en curso. En entrevista con El Observador, el especialista uruguayo contó la perspectiva que recogió en Asia.
¿Cuál es la visión de las autoridades de la ASEAN sobre el vínculo actual con América Latina?
La ASEAN y los países del Sudeste Asiático revelan un mayor interés en América Latina. En esta gira visitamos el Ministerio de Relaciones Exteriores de Indonesia para reunirnos con el director a cargo de las relaciones con América Latina, quien mostró interés progresivo en la región. Mantuvimos una reunión en la Secretaría de la ASEAN, donde se mencionó la escasa interacción que existe en la actualidad entre dicha secretaría y el Mercosur. Se destacó mayor dinamismo con la Alianza del Pacífico, bloque con el que se está avanzando en la creación de un espacio de cooperación.
¿Qué percepción se trae del estado de situación sobre la posibilidad de un TLC entre Uruguay y China?
China tiene interés en avanzar en un TLC con Uruguay, pero es nuestro país el que tiene que definir cómo maneja la situación regional. En esto se ha mostrado poca claridad y eso entorpece el inicio de las negociaciones. La voluntad de avanzar en un TLC se encuentra al más alto nivel dado el impulso de los dos presidentes, pero los académicos reconocen que es necesario gestionar apropiadamente la interna del Mercosur. China no quiere sentir que quiebra el bloque.
¿Se modificó en algo el interés de China para concretar ese acuerdo?
No se modificó la disposición de China para avanzar, pero queda la sensación de que necesitamos mayor firmeza por parte de Uruguay. Es necesario que Uruguay termine de definir cuál es su pertenencia al Mercosur para poder seguir una agenda externa más activa. Para eso debe comprenderse que el bloque se encuentra inmerso en una profunda crisis política e institucional y que no ha alcanzado los objetivos originarios como la unión aduanera y el mercado común. Esta realidad no está del todo clara en China, por lo que quizás se está sobrevalorando el nivel de regionalización de las normas del Mercosur. La realidad es que el bloque no encuentra argumentos sólidos para impedir que se avance en las negociaciones con China.
¿Tuvo alguna comunicación con autoridades de gobierno o personas cercanas al gobierno que le transmitieron algún mensaje en particular sobre el tema TLC?
En esta oportunidad no mantuve reuniones con la cancillería. De todas formas los centros de investigación mantienen un vínculo muy estrecho con el gobierno, por lo que su opinión suele reflejar la visión gubernamental. En ese sentido, lo comentado por los académicos en el seminario organizado por SIIS y la UCU es coincidente con lo adelantado el año pasado por el Director para América Latina y el Caribe de la Cancillería de China. Uruguay debe gestionar sus asuntos regionales para luego avanzar en las negociaciones con China. No podemos trasladarle este problema a China. De darse las condiciones, este país está dispuesto a avanzar rápidamente y de forma sostenida hasta el cierre de las negociaciones, pero el país asiático no quiere incomodar a los dos socios mayores del Mercosur. Por el contrario, a través de este acuerdo se pretende que el TLC con Uruguay sea también una herramienta útil para acercarse al bloque.
¿Cómo ve China el proceso que está teniendo este tema en la región, sobre todo a nivel del Mercosur?
China observa al Mercosur en clave bilateral y no regional. Por ejemplo, muestra preocupación por la situación en Venezuela, también observa con atención el cambio de contexto en Argentina y el grado de implementación de los acuerdos que se firmaron con el anterior gobierno, algunos muy cuestionados por cierto. El Mercosur para China tiene que ver con la importancia del mercado de Brasil, una ponderación de la relación política con Argentina -que viene de años- y la situación presentada por Paraguay que insólitamente aún posee relaciones con Taiwán. A China le preocupa el nivel proteccionista de Argentina y Brasil respecto a sus exportaciones hacia este mercado.
¿Qué beneficios se visualiza en Asia que podrían surgir de un posible acuerdo?
En el seminario se destacaron importantes beneficios en alimentos y servicios, identificando un comercio complementario que haría fácil el avance de las negociaciones. China intenta con dificultades avanzar en una negociación con Colombia, mientras que con Uruguay se trata de una negociación que muestra menores dificultades si se muestra firmeza con respecto a los socios del Mercosur.
¿Cómo valora el hecho de que en el Mercosur ponga más énfasis en el acuerdo con Europa y quede relegada la posibilidad de China?
El desafío es establecer qué es y qué no es el Mercosur para dimensionar las obligaciones que se tienen en su marco. Para Uruguay, parece a esta altura insólito dejar pasar la posibilidad de cerrar un TLC con China por la una posible negativa del Mercosur. Otro error sería postergar esta oportunidad por las negociaciones en curso con la Unión Europea o por el eventual mayor dinamismo que adquiere el Mercosur por las nuevas presidencias en Argentina y Brasil, ya que se trata de impulsos complementarios y no contrarios a la propuesta uruguaya.
Fuente el Observador.